En el apartado estético se le distingue por un nuevo paragolpes con faros bi-xénon y luz diurna LED. La luna trasera es mayor, por lo que mejorará la visibilidad hacia atrás y contará con nuevos diseños de llantas.
En el habitáculo cambia ligeramente la instrumentación y el sistema multimedia. Ahora puede contar con algunos servicios conectados con herramientas como la previsión meteorológica o el estado del tráfico. Las dimensiones se mantienen respecto a su predecesor y por lo tanto seguirá siendo referencia en cuanto a habitabilidad y teniendo un maletero con 415 litros de capacidad.
El Skoda Spaceback ofrece hasta cinco niveles de equipamiento. El más básico es el Active, el más económico pero con una dotación bastante escasa. A partir del Ambition ya se cuenta con llantas de 15 pulgadas, control de crucero o volante y palanca de cambios en cuero. El intermedio Style es más completo gracias a llantas de 17 pulgadas o Skoda Connect. El acabado Like le da un toque diferente y cuenta con inserciones Piano Black. El tope de gama es el Monte Carlo con un aspecto más deportivo.
En la gama de motores del Skoda Spaceback también hay algunas novedades. Entre las mecánicas de gasolina están el 1.0 TSI que sustituye al anterior 1.2 TSI y puede escogerse con 95 o 110 CV y el 1.4 TSI de 125 CV. En el diésel no hay cambios, siguen estando el 1.4 TDI de 90 CV y el 1.6 TDI de 116 CV. Todos ofrecen cambio manual de serie y el más potente de la gama puede llevar un automático de doble embrague.
