Con el Hyundai i20 llega un ligero lavado de cara. Respecto al anterior modelo de 2015 hay pocos cambios estéticos, en el exterior introduce una parrilla en forma de cascada, paragolpes rediseñados, nuevas llantas de 15 y 15 pulgadas o una zaga que ahora introduce la matrícula en la zona del portón y estrena diseño en la zona inferior.
En el interior tampoco es sencillo apreciar la actualización, pues el diseño de la consola central se mantiene. A pesar de ello, las opciones de personalización son mayores y hay nuevas molduras de colores y tipos de tapicerías. Aunque de serie viene con pantalla de 5 pulgadas, opcionalmente puede recibir una nueva de 7 pulgadas con mejor resolución. En términos de habitabilidad no hay cambios, sigue siendo de los más capaces del segmento y cuenta con un maletero de 326 litros.
El Hyundai i20 cuenta con tres niveles de equipamiento en nuestro país. El Essence cuenta con llantas de acero, pantalla táctil de 7 pulgadas o climatizador manual. El Tecno ya suma otros elementos como llantas de 16 pulgadas, conectividad, cámara trasera, sensores de luz y lluvia y algunas ayudas a la conducción. El tope de gama es el acabado Style que tiene todas las ayudas del Hyundai SmartSense, además de otros elementos como la instrumentación con pantalla de 4,2 pulgada a color.
La gama de motores del Hyundai i20 es uno de los apartados que introduce cambios de peso. Se abandona por completo de las mecánicas diésel y se centra en exclusiva en los bloques de gasolina. El punto de partida es el Kappa atmosférico de 1.2 litros con 85 CV que solamente puede ir con el cambio manual de cinco velocidades. Por encima queda el tres cilindros 1.0 T-GDI, con 100 ó 120 CV de potencia. Se puede escoger con cambio manual o con la transmisión automática 7DCT de doble embrague.